El arte es un espejo donde puedes reflejar tú cultura, tú historia, ósea, lo que en realidad eres: tú propia identidad. Es una manera de expresar sentimientos e ideas que, tal vez es difícil expresarlas con palabras. Son pequeños destellos de lucidez a través de los cuales logramos vislumbrar fragmentos de las totalidades que nos rodean. La libre práctica de las artes nos sirve para autoformarnos como seres humanos.Por medio del arte logras tener una estrecha comunicación con las personas e incluso transformarles la vida. Es el lenguaje que nunca pasa de moda y que la gran mayoría entiende.
Según Nora Ros, pedagoga argentina: “El arte, en sus más diversas expresiones, es una actividad eminentemente social, que se hace presente en la vida cotidiana del hombre. Es un aspecto central de su vida que lo ayuda a diferenciarse del resto de los seres vivos ya que él es el único capaz de producirlo y disfrutarlo. El arte ocupa un lugar destacado para todos, es parte de la experiencia pública, ya que a través de él se manifiesta la propia cultura.”
Como sabemos, la ambición del hombre no tiene límites, dado que su búsqueda y logro de valores es un proceso que dura toda la vida. Por lo tanto, el arte es como su salvavidas sicológico; es ese instante en el que puede experimentar el sentido de su tarea terminada, de sentir vivir en un mundo donde sus valores han sido exitosamente realizados. Entonces el hombre puede crear por placer, distracción, necesidad o para estar, aunque sea un instante, fuera de ese mundo al cual está acostumbrado.La imaginación es la herramienta más poderosa que tenemos para crear arte, puesto que no tiene límites, siempre se están innovando nuevos diseños.
No necesariamente tienes que nacer con la habilidad de dibujar, pintar, tener facilidad de palabra, ritmo, etc. Hay miles de formas de hacer arte y tú puedes crear tus propias técnicas
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