domingo, 22 de noviembre de 2009

DETERMINISMO Y LIBERTAD

Cuando hablamos de libertad, especialmente a un nivel personal, presupone una posibilidad de elegir, que a su vez nos llevan a disponer de elementos de juicio que nos ayuden a una buena elección. Pero la libertad no es absoluta, puesto que el hombre no puede elegir en contra de lo que dictan las leyes de la Naturaleza. Por lo tanto la idea de la libertad lleva implícito el concepto de sus límites.



En los siglos XVI y XVII el tema de la libertad giró especialmente en torno a la discusión de la compatibilidad de la libertad del hombre con la presciencia divina. Se empezó a cuestionar si Dios mueve o no la voluntad el hombre de un modo completo o simplemente colabora con él en el ejercicio de su libre albedrío. El problema central pasó a ser el de si el concepto de libertad puede subsistir frente a la idea del determinismo.


El determinismo, en general, consiste en la afirmación de que en el mundo de la realidad, lo que ha existido, existe o existirá está absolutamente prefijado.


Tomando en cuenta la postura del materialismo, el hombre nace sin ninguna libertad, puesto que los aspectos genéticos no los podemos elegir.


En la medida que el hombre posee una historia social y natural, éste se encuentra determinado por ellos. El ser humano va avanzando de acuerdo a lo que existe actualmente en su entorno. Se puede decir que somos lo que somos en función de nuestra historia

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